La Virgen del Rosario abre el Mes Misionero

Con el rezo del Santo Rosario en los labios y la misión en el corazón, iniciamos este hermoso Mes Misionero bajo la mirada amorosa de la Virgen del Rosario. Hoy, en su día, elevamos nuestras oraciones por todos los misioneros y misioneras que, en los lugares más lejanos y difíciles, anuncian el Evangelio con alegría y entrega.

María, la primera discípula y misionera, nos enseña que la oración es la fuerza que sostiene la misión. Cada Ave María que pronunciamos es una semilla de esperanza que florece en algún rincón del mundo, allí donde un corazón espera conocer el amor de Dios.

Ella nos invita a contemplar, meditar y vivir los misterios de su Hijo, para que, transformados por su gracia, también nosotros seamos testigos del Evangelio en nuestras familias, comunidades y entornos.

En este Mes Misionero, sigamos el ejemplo de la Virgen del Rosario: seamos discípulos orantes, disponibles y comprometidos. Que nuestro Rosario se convierta en una cadena de amor que una a toda la Iglesia, intercediendo por los misioneros que llevan la luz de Cristo a todos los pueblos.

¡Santa María del Rosario, Reina de las Misiones, ruega por nosotros y por todos los misioneros del mundo!

Hoy la UNIÓN DE ENFERMOS Y ANCIANOS MISIONEROS nos invita a unirnos en oración a las 8:00 p.m. por el Facebook UEAM OMP.

Unámonos en espíritu y fe para orar por los misioneros, especialmente por aquellos que sirven en los territorios de misión en el Perú.

“María guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón” (Lc 2,19).
Que también nosotros, como ella, guardemos la misión en nuestro corazón y la ofrezcamos a Dios cada día con amor.