Vicariatos Apostólicos de la Amazonía peruana participaron en marcha por el Día Mundial del Agua
Bajo el lema “Surcamos por el agua y la vida”, el Vicariato Apostólico de Iquitos participó ayer en la movilización organizada por el Comité del Agua de Iquitos con motivo del “Día Mundial del Agua”, que se celebra cada 22 de marzo, reafirmando su compromiso con la defensa de este vital recurso. La delegación estuvo liderada por el obispo de esta jurisdicción eclesiástica Monseñor Miguel Ángel Cadenas y conformada por varios grupos parroquiales y comisiones.
«En una ciudad como Iquitos a los pies del Amazonas, la mayoría de la gente de Loreto no tiene agua potable, hay una sentencia del Tribunal Constitucional indicando que hay un estado de cosas inconstitucional en Loreto porque no hay acceso al agua segura», resaltó Monseñor Cadenas.

La marcha subrayó la importancia del agua no solo como un elemento esencial para la vida, sino también como una responsabilidad colectiva. El Vicariato reitera su llamado a la comunidad para proteger y preservar este recurso invaluable para las generaciones presentes y futuras.
Cabe recordar que el Vicariato Apostólico de Iquitos estableció como lema para el año pastoral 2025-2026: «Con Cristo en la Amazonía, hay esperanza y alegría». Este lema refleja el espíritu de la comunidad y su compromiso con la región amazónica, y fue elegido tras una campaña pública en redes sociales.

Iglesia de San José del Amazonas presente
El Vicariato Apostólico San José del Amazonas, por su parte, también participó en la movilización, uniéndose a otras instituciones y organizaciones que clamaban por la defensa de los ríos, especialmente el río Nanay, amenazado por la minería ilegal a gran escala.
En este contexto, se recordó el mensaje del Papa Francisco, quien en su Exhortación Apostólica “Laudato Si” señaló que “En la Amazonía el agua es la reina, los ríos y arroyos son como venas, y toda forma de vida está determinada por ella”. Esta reflexión enfatiza la urgente necesidad de proteger nuestros ecosistemas acuáticos, pues si nuestras «venas» se contaminan, la vida en la Amazonía corre grave peligro.
Los ríos tienen derecho a mantenerse limpios, y actividades como la minería ilegal y la tala están alterando estos ecosistemas esenciales. La sentencia del juzgado de Nauta, que reconoce al río Marañón como sujeto de derechos, fue un hito importante, abriendo camino para la defensa de todos los ríos de la Amazonía.
Ambos vicariatos reiteraron su llamado a la comunidad para proteger y preservar este recurso invaluable, especialmente en una región donde los ríos son fundamentales para la vida de todos. Esta movilización es un recordatorio de que es hora de unirnos para cuidar nuestros ríos y garantizar la vida y la dignidad de todos los seres vivos en la Amazonía.


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