PROYECTO MISIONERO

P. José Hipólito Purizaca Sernaqué

Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias – Perú

Con alegría y esperanza, presento el Proyecto Misionero de nuestras Obras Misionales Pontificias del Perú, que será desarrollado en nuestro país. Doce meses después de realizar encuentros, jornadas, asambleas y retiros, viviendo la metodología de la Conversación Espiritual, ponemos en sus manos este texto, como un instrumento de reflexión y profundización de nuestra presencia y misión en la Iglesia Peruana. De igual manera mostramos el contexto peruano, los sueños que tenemos, las prioridades que descubrimos y los desafíos que asumimos. Dios permita la abundancia de frutos misioneros.

Como nos recuerda el Papa Francisco, el actual itinerario sinodal es “caminar juntos”, encontrándonos, escuchándonos y discerniendo en el Espíritu. Como parte de la Iglesia Peruana, en comunión con la Iglesia Universal, queremos ser una “Obra en una Iglesia Sinodal”. Este proyecto debe ser entendido y vivido como un proceso durante el cual el Espíritu nos irá acompañando y guiando, tal como el Santo Padre nos insiste: necesitamos discernir desde el Espíritu.

El proyecto procura ser un aporte al caminar misionero en nuestro país, en una Iglesia Universal que avanza por sendas de comunión, participación y misión, según el espíritu del Sínodo de la Sinodalidad. Con la participación de todos, se ha sembrado un terreno preparado por el mismo Espíritu. Oremos para que estas semillas comiencen a brotar y revitalicen nuestra vida misionera.

En la Asamblea Nacional de Directores Diocesanos de 2024, nos comprometimos a no permanecer con los brazos cruzados. Sucede que, haciendo un análisis de la realidad, existe el peligro de quedarnos como simples espectadores, sin asumir el protagonismo. Por lo tanto, este texto está marcado por el discernimiento desde el Espíritu, haciendo énfasis en que:

  • desde el bautismo somos, sobre todo, Discípulos Misioneros de Nuestro Señor Jesucristo;
  • que ya no hay vuelta atrás en este camino sinodal planteado por el Papa Francisco;
  • que el Espíritu sopla incesantemente en los hombres y mujeres que quieren ser protagonistas en este camino;
  • que el camino planteado por Aparecida, la Evangelii Gaudium y la I Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, continúa firme;
  • que ponemos en nuestras propias manos lo que estamos diciendo, responsabilizándonos del contenido de este proyecto y, sobre todo, de sus desafíos;
  • que el Proyecto Misionero queda abierto para acoger nuevos sueños, nuevos desafíos y nuevos caminos.