Padre Jonathan luna -Doy gracias por la forma como el señor ha conducido mi vida

Hola Amigos soy el Padre Jonathan luna Sánchez Misionero Comboniano, Nací en Lima en una familia cristiana que me inculco el amor, la humildad, el respeto y el ponerme al servicio de los demás para ayudar.

Cuando estudiaba la secundaria, me propuse estudiar mucho para curar a las personas, en realidad salía muy poco. En una de estas salidas mi mejor amigo me invito a participar de la catequesis de confirmación; yo le respondí que iría solo si había algo interesante. Él me dijo; ¡hay chicas bonitas! Y era verdad tanto que allí me enamore, pero también me desenamore. Continúe asistiendo y recibí la confirmación el 12 de diciembre en mi parroquia Cristo Misionero del Padre ubicada en el distrito de Chorrillos. Desde entonces empecé mi camino de fe intensamente siendo animador y luego catequista de confirmación, mis padres dijeron: ¡Se aburrirá, No soportará mucho! y para darles la contra, me quedé para ayudar como catequista, estuve 7 hermosos años. En ese tiempo hubo un retiro que cambio mi vida, el testimonio de un misionero sacerdote me impacto, durante el descanso, me acerque al misionero y le pregunte, ¿Qué se siente ser misionero? Me respondió, “El ser misionero no es fácil, pero si, el señor te llama será Él a darte la fuerza para seguir el sueño de Dios; Yo me siento feliz entre la gente de aquí y allá, siguiendo mis sueños”.  Él me pregunto ¡Tú, podrías ser misionero! Respondí: ¡No, no lo creo!, Después de unos meses Más tarde, investigué y descubrí el carisma misionero Comboniano. Durante una misa en mi parroquia, la palabra de Dios, tomada de carta a los Gálatas 2,19-20, llegó a mi corazón: “Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí”; y el evangelio de Juan 15,1-8 que decía: “Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán…La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así serán mis discípulos”. estas palabras sellaron mi corazón.

Después de terminar mis estudios universitarios de enfermería y Graduarme como Enfermero fui a trabajar en la sierra montañosa de Apurímac-Perú, en donde había mucha gente con ganas de ser evangelizada por eso en mis ratos libres iba a la capilla del pueblo para orar y allí un niño me dijo “Padre” quiero bautizarme; En ese momento recordé las palabras selladas en mi corazón y tomé la decisión de ser Misionero Comboniano. Entré en el seminario Comboniano, ubicada en el distrito de San Miguel – Lima, hice el Aspirantado y Postulantado y bajo el acompañamiento de otro misionero decidí ser sacerdote y también estudié la filosofía en el ISET. Allí, las palabras de Comboni “Salvar África por medio del África” me hicieron prometer a Cristo de ser misionero en África. Luego me enviaron, por dos años, al Noviciado Internacional en Sahuayo- México, donde conocí la espiritualidad misionera comboniana en el corazón traspasado del Cristo buen Pastor y también aprendí amar más la espiritualidad mariana en la devoción de “La virgen de Guadalupe” y a configurarme como misionero a través de la lectura de los mártires y beatos Combonianos.

Después me enviaron a estudiar la teología en la facultad de teología de la Italia meridional San Luigi en Nápoles-Italia junto con muchos hermanos de diferentes países del mundo, aquí pude profundizar la vida comunitaria y abrir más mis horizontes, conocí muchos lugares santos, pero uno que me marco fue la casa y la iglesia de San Pio de Pietralcina. también conocí diferentes formas de ser misionero como el testimonio de Alex Zanotelli en el trabajo pastoral de la justicia y paz e integración de la creación. Y seguir descubriendo en medio de ellos la Alegría de ser enviado como discípulo misionero en medio de los más pobres y abandonados.

Al terminar los cuatro años de teología me enviaron de servicio pastoral a la casa de Ansiamos de Castel D`Azzano en Verona, Aquí entre cuidados a los misioneros ancianos y la pastoral en una parroquia, tuve la gracia de ser enriquecido con el testimonio y obras de hombres que dejaron todo por la misión, algunos cansados y enfermos, pero con un espíritu probado por la época entre las guerras y las expulsiones, dictaduras y muchos sacrificios.   

Luego me enviaron para el diaconada a la Parroquia Santísima Cruz de Baños en Lauricocha a más de 3000 msnm. Aquí entre caminos peligrosos, el frio y tradiciones aprendí la administración de una parroquia y me hice de muchos amigos. Al terminar el diaconado fui ordenaron sacerdote el 16 de marzo del 2019 por monseñor Luis Alberto Barrera Pacheco Obispo de Tarma.

Luego el consejo general de los misioneros Combonianos en Roma resolvió que mi primera destinación misionera fuera al país de Uganda en África para servir como sacerdote misionero. estuve en el norte de Uganda en la cuidad de Gulu en el distrito de Kalongo con los Acholi, una tribu muy pobre, pero con mucha fe. allí en “La Misión” como lo conocen los pobladores hay muchas obras como escuelas, talleres y un Hospital llamado “Giuseppe Ambrosoli” un doctor y misionero Comboniano que dio su vida por los más pobres y abandonados. Fue beatificado el 20 de noviembre del 2022 en Kalongo-Uganda. También hay orfanatos para niños y niñas con discapacidades físicas, la obra es sostenida por la fundación Ambrosoli y muchos colaboradores de Italia y el mundo. En Kalongo viví la pandemia del Covid-19 sirviendo en los diferentes ministerios de la parroquia y acompañando a la gente en la enfermedad de la Malaria que deja hoy en día muchos muertos; El trabajo que realicé fue el de llevar el sacramento del Bautismo a muchos niños, el sacramento de la penitencia, la eucaristía y la unción a los enfermos y a las comunidades de la Parroquia “Sagrado Corazón de Jesús de Kalongo”. Fue una misión con muchos retos y contratiempos, pero muy bella y llena de experiencias que enriquecieron mi corazón.

Después de un tiempo regrese a mi país de origen, Perú, y me puse a trabajar como vicario en la parroquia “Nuestra señora de Guadalupe” ubicada en el distrito de Sunampe, Chincha-Ica, allí Trabaje con los jóvenes de la catequesis “Animadores”, la pastoral juvenil Comboniana, el ministerio de música “Cristo Amigo” y otros. Me sentí muy feliz trabajando y desarrollando la Ministerialidad en esa hermosa tierra del Sol y del Buen Vino. Luego de este hermoso servicio mi superior provincial me pidió de apoyar en la promoción vocacional y la pastoral juvenil Comboniana en donde estoy trabajando actualmente visitando colegios y parroquias, animando jóvenes, chicos y chicas y ayudándolos a descubrir su vocación misionera en medio de una cultura sin amor.

Hoy doy gracias por la forma como el señor ha conducido mi vida, para servirlo en los demás.

¿Te gustaría ser parte del fascinante mundo de las misiones?

¡Ven, conócenos y veras que también tú puedes anunciar la buena Nueva!

Descubre tu vocación y anímate a ser parte de la Familia Comboniana.

¡Te esperamos!

Padre Jonathan Alejandro Luna Sánchez

Misionero Comboniano del Corazón de Jesús.

Promotor vocacional – 913811915 – 904701470