UNA MISIONERA PERUANA EN MADAGASCAR TIERRA DE MISION

UNA MISIONERA PERUANA EN MADAGASCAR TIERRA DE MISION

Madagascar es un maravilloso lugar por su vegetación, sus lindas playas, su tierra roja, pero sobre todo por su gente sencilla y acogedora.

Fueron 8 años al servicio de los preferidos del Señor. Llegué a este hermoso país en setiembre del 2014. Inicié mi experiencia misionera junto a dos hermanas de mi congregación una peruana y la otra malagache, en un pequeño pueblito (Andaingo) al noreste de Madagascar ubicado en la diócesis de Moramanga provincia de Toamasina.

Nuestro primer contacto fue con los niños de nuestra escuela llamada “Liceo Santa Teresa del Niño Jesús”, ellos con su sencillez y ternura cautivaron nuestro corazón. Continuamos la labor educativa que hace 5 años habían iniciado nuestras hermanas misioneras de Brasil e Italia. Teníamos al inicio 200 niños del nivel inicial y primaria. Poco a poco incrementamos el nivel secundario y el liceo llegando en el año 2022 a tener 500 estudiantes entre niños, adolescentes y jóvenes.

Nuestra Madre General Zelia Cuda que en paz descanse, hizo algunas gestiones a diferentes ONG de Italia, entre ellas se destaca la “Propaganda Fidei”; quienes nos ayudaron generosamente en la construcción de las aulas y demás ambientes de nuestra Institución Educativa, contando además con los servicios básicos de agua, luz y desagüe.

Logramos también construir estructuras deportivas de futbol, básquet y vóley y juegos para nuestros niños más pequeños, llegando a ser una de las estructuras mas modernas de la zona.

Una vez que nuestros estudiantes tenían lugares dignos para estudiar nos preocupamos en mejorar el ámbito pedagógico y didáctico.

Para implementar nuestra biblioteca y sala de computo hicimos un proyecto a la “santa Infancia” (entidad de la OMP) en Italia, de la cual recibimos un aporte económico que nos ayudó a ver realizado nuestro sueño de contar con una Biblioteca y una sala de cómputo implementadas al menos con lo necesario. Grande era la alegría que se reflejaba en el rostro de los niños de poder tener un libro entre sus manos y de poder utilizar las computadoras ya que pocos niños tienen este privilegio.

Nuestra misión como institución educativa católica era ofrecerles una educación cristiana y humana basada en valores que pudieran servirles para toda su vida. Con este fin les ofrecíamos la posibilidad de participar de los sacramentos de la Eucaristía, la confesión y organizábamos retiros con los más grandes.

También organizábamos talleres de psicología, del cuidado del medio ambiente y otros.

Los padres de familia también tenían sus talleres para padres cada trimestre y para conocer más a fondo la situación de nuestros niños visitábamos a sus familias las cuales nos acogían con mucha alegría.

Con gran satisfacción pude ver salir la primera promoción de nuestro liceo, jóvenes a los que vi crecer desde muy pequeños, muchos de ellos ahora están ya en la universidad con notables logros académicos.

Otra experiencia linda que fue una gracia de Dios, ha sido ayudar a mis hermanas en formación, primero a las junioras, luego a todas las jóvenes en formación de la misión de Madagascar. allá las vocaciones religiosas son numerosas. Alimentando en ellas el espíritu religioso y misionero afianzaba y fortalecía mi vocación religiosa y misionera.

Como no agradecer a Dios por esta maravillosa experiencia misionera que viví en Madagascar. Aun hoy me lleno de emoción recordando los bellos momentos que viví con todas las personas que desde el inicio me acogieron y ayudaron en esta delicada misión.

Un sincero agradecimiento a mi familia religiosa las hermanas “Siervas de Santa Teresa del Niño Jesús” por esta oportunidad que me dieron de ser misionera. Agradecer también a los obispos de mi diocesis Monseñor Gaetano di Piero Y Rosario Vela que me ayudaron el los momentos difíciles de mi misión.

 De regreso a Perú mi amada patria

En agosto del año pasado, al regresar de la misión me encuentro con la sorpresa que mis hermanas religiosas desde hace algunos años trabajan con la IAM, y más recientemente con los JSF. Ellas me invitaron a dar mi testimonio a los niños y jóvenes, de la experiencia misionera que había vivido en Madagascar.

Este año tengo la gracia de realizar mi actividad pastoral con la IAM, junto a la hermana Sabina religiosa de mi congregación y la colaboración de 4 laicos, en la capilla Virgen de Chapi perteneciente a la parroquia “Nuestra Señora de la Esperanza” de Salamanca – Ate, tenemos un aproximado de 50 niños entre semillitas, trigo verde y trigo maduro.

Agradezco a Sergio secretario nacional de la IAM en el Perú, que desde el primer momento me ofreció su ayuda incondicional en esta nueva experiencia misionera.

Otro gran regalo que Dios me tenía preparado era el encuentro en la OMP con Giancarlo y José Luis de los JSF en el mes de marzo, quienes desde el primer momento me acogieron con mucho cariño y me pidieron un apoyo con los JSF.  Fue así que me invitaron a vivir con ellos la Pascua Juvenil 2023 con el lema ¡JOVEN, DEJA QUE JESÚS ENCIENDA TU CORAZÓN… VE Y ANÚNCIALO…!, fue una experiencia inolvidable, que marcó mi vida. Allí conocí al maravilloso equipo de los JSF de Lima a quienes no puedo nombrar uno por uno, pero, a quienes tengo un gran aprecio.

Después de esa experiencia dije al Señor si me quieres para dar una mano a los jóvenes ¡aquí me tienes! y ahora Dios me da la posibilidad de poder vivir una nueva experiencia junto a ellos como asesora espiritual, responsabilidad que asumo con mucha disponibilidad, confiando en el Señor que hace obras grandes sirviéndose de instrumentos débiles.

Dios me fue preparando poco a poco para esta misión que Él me tenia preparada; formar corazones misioneros primero desde la oración como Sierva de santa Teresa del Niño Jesús patrona universal de las misiones, es hacer realidad el sueño de Teresa y de mis fundadores. Ser misionera me abrió la visión de nuevos horizontes jamás pensados ni imaginados, porque salir de mi realidad para encontrarme con realidades totalmente diferentes fue un aprender a vivir con lo nuevo y desconocido.

Hoy, animar a los niños y jóvenes a ser misioneros desde el lugar donde se encuentran, en la realidad que viven y en la actividad que realizan, es un reto.

Pero, el papa Francisco nos invita a mirar al futuro siempre con esperanza, por eso tengo la esperanza que Dios hará seguir muchos misioneros y misioneras laicos y religiosos que anuncien el Evangelio en el mundo entero porque la obra es suya.

A ti que estas leyendo este articulo te digo: !!! ven… y anímate a ser parte de este gran equipo misionero del Señor que se dedica a extender el Reino de Dios!!!

Termino con esta frase de santa Teresita: “Comprendí que solo el amor hace obrar a los miembros de la iglesia…”

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