La Vida es siempre un bien», subsidio del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida
FUENTE: CONFERENCIA EPISCOPAL
La Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida de la CEP renueva su compromiso con la defensa de la vida humana en todas sus etapas. A través de un video, Mons. Guillermo Elías hace un llamado urgente a la reflexión sobre la dignidad humana desde su concepción.
La Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana ha emitido un mensaje con ocasión del Día del Niño por Nacer, que se celebra cada año el 25 de marzo, fecha en la que se recuerda la Anunciación a la Virgen María. Este día nos invita a reflexionar sobre la dignidad y el valor de cada vida humana, desde su concepción, y a renovar el compromiso de la Iglesia en la defensa y promoción de la vida en todas sus etapas.
Bajo el lema «Un ser humano es siempre sagrado e inviolable», la Comisión Episcopal destaca el profundo llamado de la Iglesia a proteger la vida desde la concepción, tal como lo enseñó San Juan Pablo II en su encíclica Evangelium Vitae. En este documento, el recordado «Papa de la familia» subraya que “la vida es siempre un don, un don que debe ser respetado y cuidado” (Evangelium Vitae, 39). El mensaje señala que, en la sociedad actual, existe una fuerte tendencia a ver la vida humana como algo manipulable, y recalca que cada niño por nacer es, antes que nada, un reflejo de la imagen de Dios y una promesa de esperanza para el futuro.
A través de un video, Monseñor Guillermo Elías Millares, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Piura y Presidente de la Comisión Episcopal, nos invita a mirar la vida desde el momento de su concepción como un misterio sagrado, y reflexiona sobre el ejemplo de la Virgen María, quien, al aceptar el mensaje del ángel, se convierte en un modelo de acogida incondicional a la vida. “Aprendamos de María a decirle sí a la vida, y como ella, a salir al encuentro de tantas mujeres que necesitan apoyo para mirar al futuro con esperanza”, se lee en el mensaje.
La Comisión hace un llamado a acompañar a las mujeres embarazadas, brindándoles apoyo, comprensión y ayuda para que puedan ver el embarazo como una oportunidad para la vida, tanto de ellas como de sus hijos.

La dignidad humana en peligro
El mensaje de la Comisión Episcopal también aborda los retos contemporáneos que amenazan esta dignidad humana, en particular la práctica de la fertilización in vitro (FIV), que despersonaliza y reduce la vida humana a un objeto, un producto que puede ser manipulado, creado y, en muchos casos, desechado.
Esto contradice la visión cristiana de la vida como un don divino que debe ser acogido con amor y respeto.
En ese sentido, el Papa Francisco también ha sido enfático en su rechazo al aborto, calificando este acto como “homicidio” y comparando a los médicos que lo practican con “sicarios”. Durante una audiencia general en 2024, el Santo Padre reiteró la importancia de defender la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, subrayando que “todo ser humano está llamado por Dios a gozar de la plenitud de la vida”. Este llamado se extiende a todos los católicos y a toda la sociedad para que respeten el don de la vida en todas sus etapas.

La violencia en Perú y la defensa de la vida
El contexto social de Perú, marcado por altos índices de violencia e inseguridad, es también mencionado en el mensaje de la Comisión. En una sociedad donde la violencia parece ser una respuesta fácil a muchos problemas, la Iglesia recuerda que la defensa de la vida desde su concepción es esencial para construir una sociedad de paz y respeto. La violencia no solo destruye vidas, sino que también debilita la capacidad de las personas para reconocer el valor de cada vida humana.
Si no aprendemos a reconocer que la vida es inviolable desde su inicio, difícilmente podremos construir caminos de paz.
La Comisión Episcopal apela a la necesidad de un compromiso firme para defender la dignidad humana, particularmente en tiempos de creciente violencia, donde la vida parece perder su valor frente a la desesperación y el sufrimiento social.

Finalmente, este 25 de marzo, la Iglesia renueva su llamado a todas las personas de buena voluntad a trabajar por un mundo donde cada niño, como el Niño Jesús en el vientre de la Virgen María, sea acogido con amor, respeto y dignidad. La Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida reitera su compromiso de seguir luchando por la defensa de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural.
A continuación, el mensaje completo de la Comisión Episcopal de Familia, Infancia y Vida:
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