Diócesis de Chiclayo cumplió 68 años de creación y servicio pastoral
La Diócesis de Chiclayo celebró sus 68 años de vida institucional con una Misa de Acción de Gracias que se llevó a cabo el martes 17 de diciembre, en un ambiente de reflexión y gratitud, destacando la presencia de sacerdotes diocesanos y religiosos, religiosas, autoridades, movimientos apostólicos y numerosos fieles representantes de las parroquias.
El Obispo de Chiclayo, Monseñor Edinson Edgardo Farfán Córdova, O.S.A., presidió la Santa Misa, expresando en su homilía un mensaje de esperanza y unión para la comunidad católica.
En su reflexión, Monseñor Edinson Farfán hizo un llamado a mirar el pasado con gratitud, a vivir el presente con pasión y a abrazar el futuro con esperanza, destacando cómo la historia de la diócesis está marcada por el esfuerzo y sacrificio de tantas personas comprometidas con la fe. Resaltó la importancia de la Iglesia Sinodal de Comunión, Participación y Misión, animando a los presentes a seguir trabajando en la corresponsabilidad de los ministerios dentro de la Iglesia, siempre con pasión y entrega.
El Obispo de Chiclayo recordó el proceso histórico de la Diócesis, comenzando con su fundación el 17 de diciembre de 1956, gracias a la bula Sicut Mater Familias del Papa Pío XII. A lo largo de estos 68 años, la diócesis ha sido guiada por los obispos: Mons. Daniel Isaac Figueroa Villón, Obispo Auxiliar Mons. Luis Sánchez-Moreno Lira, Mons. Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea, Mons. Jesús Moliné Labarta, Mons. Robert Prevost (hoy Obispo Emérito de Chiclayo y Prefecto del Dicasterio para los Obispos), Mons. Guillermo Antonio Cornejo Monzón (Administrador Apostólico) hasta Mons. Edinson Farfán, quien tomó posesión de la Diócesis el 16 de marzo de 2024.
En otro momento de la homilía, Monseñor Farfán citó las lecturas del día, especialmente el evangelio sobre la genealogía de Jesús, para ilustrar cómo la historia de la salvación está marcada por la misericordia y el misterio de la vocación. A través de la figura de Jesús, dijo, vemos cómo Dios elige a cada uno de nosotros con amor y gracia, independientemente de nuestras fragilidades. Así como los personajes de la genealogía de Jesús, nosotros también somos llamados a la misión, a servir con humildad y fidelidad.
El Obispo también destacó la importancia de la misión y la evangelización, especialmente en el contexto de la opción preferencial por los pobres, una dimensión cristológica fundamental en la labor de la Iglesia. Mencionó las diversas obras sociales y apostólicas de la diócesis, como la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo, los colegios católicos, los movimientos apostólicos, las comisiones diocesana; las 50 parroquias y los dos sectores pastorales, que atienden las necesidades espirituales y sociales de la población.
La comunidad de Chiclayo agradeció a Dios por los logros alcanzados en estos 68 años, pero también renovó su compromiso de seguir caminando juntos en la fe, promoviendo una Iglesia más sinodal y corresponsable, siempre bajo la guía de la Virgen María, Nuestra Señora de la Paz.
La celebración culminó con una oración, pidiendo a Dios que siga derramando su bendición sobre la diócesis, sus sacerdotes, religiosos, y fieles laicos. Un aniversario que no solo es una oportunidad para recordar la historia, sino para seguir proyectando un futuro lleno de esperanza y dedicación al servicio del Reino de Dios.
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